Nuestra finca

Nuestra finca está ubicada en la colonia Ortiz de Ocampo, provincia de La Rioja, una de las regiones con más amplia tradición olivícola de nuestro país.

30 hectáreas de tierra fértil que son el hogar de nuestra plantación orgánica de olivos y su planta de procesamiento.

Heredamos los conocimientos de sus dueños originales y le sumamos la impronta y filosofía de nuestra marca. Para nosotros, un sueño hecho realidad, una fuente inagotable de experiencias y nuevos desafíos.

Trabajamos con métodos de cultivo ecológicos, siguiendo los ciclos y el ritmo de la naturaleza. La variedad en los tipos de olivas -Cerignola, Arauco y Manzanilla- nos ayuda a regularizar la producción interanual y programar la cosecha, favoreciendo además la polinización.

El modelo de plantación utilizado, el sistema de riego, el abono orgánico y el cuidado intensivo de las plantas permiten incrementar la productividad y la calidad del fruto año tras año.

La poda permite que los ejemplares tengan una copa distribuida regularmente, bien iluminada y accesible. Se efectúa inmediatamente después del período de elaboración, junto con las primeras heladas. El control de la maleza evita la competencia con las plantas por elementos esenciales como luz, agua y nutrientes.

Durante la primavera comienza el proceso de control de plagas y se extiende durante todo el verano. Mediante el uso de abono orgánico se repelen principalmente hormigas, cochinillas y langostas, que se acercan curiosas y amenazantes a nuestros olivos y sus frutos.

La temporada de cosecha comienza a finales del mes de marzo y puede durar hasta mediados de abril. El proceso de recolección es manual, laborioso y muy delicado. Luego comienza la etapa de producción para los distintos productos derivados, evitando siempre el uso de aditivos químicos, cuidando y respetando los alimentos, su origen y quienes los consumen.